martes, 25 de marzo de 2014

Entrevista a Río Muten


Inauguro este blog entrevistando a Muten, de Río Muten y los Frescos de Altamira, con ocasión del lanzamiento de su primer álbum Río.


Foto de Ana Carbonero



Para empezar, háblame un poco de tu relación con la música. Antecedentes en la familia, primeras influencias, filias, fobias, abandonos, reencuentros, todo eso.

Para responder a tu pregunta voy a distinguir entre música en vivo y música enlatada, desde que recuerdo hasta ahora.
El primer recuerdo catártico que tengo es bailando el Paquito Chocolatero en la verbena de mi barrio siendo muy pequeño.
En mi familia no ha habido músicos activos, saber música era algo "muy difícil". Mi abuela cantaba sus coplillas y mi padre trajo un día a casa un acordeón que sólo salió del trastero para ser empeñado. Yo empecé activamente con un organillo Casio VL-Tone, a los 10 años o así, reproduciendo melodías que escuchaba en la tele. Ya adolescente aprendí a secuenciar con Cubase y un Atari ST. Y hace ocho años decidí aprender a tocar la guitarra por mi propia cuenta, me lo debía.
Respecto a la música enlatada vengo de la era de las cintas, los cassettes. Crecí bajo la influencia de mi hermana, cinco años mayor que yo. Ella traía música y yo la filtraba según mis gustos. Eran los años de la movida, aún escucho algunos discos de entonces. Lo primero que escuché por propia iniciativo fueron los Beach Boys, me ponía GoodVibrations una y otra vez, Heroes and Villains... En el instituto un buen profesor de música me abrió la puerta la música clásica al mismo tiempo que yo me iniciaba en el rap. Los primeros vinilos que compré, sin saber: "De la Soul is Dead" y "O.G. Original Gangster" de Ice-T, dos grandísimos discos. Creo que gracias a esa elección me enganché a esta música. La década de los 90 fui un apasionado del Hip Hop yanki y francés, todo el día con el walkman puesto. Montamos un grupo: Ingrediente Gris. En 1997 sacamos una maqueta muy interesante para aquel momento, "Teatro Mágico". Luego me fui a vivir a Inglaterra y al aprender inglés mucho del rap que había escuchado me defraudó. No asistí al auge del hip hop en castellano, estaba un poco cabreado con la neurosis y el dogma rapero. Lo cierto es que a día de hoy me gustan algunos temas.
Por supuesto nunca he dejado de escuchar otras músicas. Mis gustos han sido y serán de lo más dispar. Desde los Beatles, claro, a Jacques Brel, Caetano Veloso, Spinetta, Rancapino, Héctor Lavoe, Nina Simone, Leonard Cohen, Los Jaivas, Pata Negra, Shakti... Ante todo soy un melómano.

Estabas mosqueado con el rap. Dices que debido a la neurosis y al dogma, ¿puedes explicar un poco más eso?

Me di cuenta de que muchas letras estaban cargadas de machismo, homofobia, violencia gratuita y otras neurosis con las que no comulgaba en absoluto, a eso me refiero. Por otra parte el Hip Hop, a principios de los 90 en España era un movimiento relativamente joven y marginal. Para pertenecer a él tenías que ser "auténtico". Por ejemplo, si alguien dejaba de vestir como un rapero quedaba excluído: "Ya no es rapero". Los raperos de más antigüedad ostentaban la autoridad para decir qué era rap y qué no era rap. Para mí todo esto era quedarse estancado en una cuestión puramente estética. Cualquier tipo de música o expresión artística puede ser auténtica. Las etiquetas vienen después de la creación, para quien las necesite, nunca antes.

Sin embargo, en este primer disco de Río Muten y Los Frescos de Altamira, el rap está muy presente. ¿Para quién canta Río Muten? O mejor, ¿cuál es tu receptor ideal?

Canto rap porque me gusta, lo llevo en las venas. No canto para nadie en concreto, no tengo un receptor ideal. Gran parte del contenido de este disco parte de mis diálogos internos, de mis propios conflictos, así que se puede decir que van dirigidas a mí mismo, en mi lucha por conocerme. Soy una persona dispuesta a evolucionar y creo que cualquiera que también lo esté puede sacar provecho de estas canciones, al verse reflejado o expuesto.


Acostumbrado como estoy al discurso de la sospecha y a la hipertrofia de la ironía, me ha llamado la atención en este disco la utilización de un lenguaje que, a falta de otra fórmula, voy a llamar de la buena voluntad. Palabras muy puestas entre comillas en los últimos tiempos como libertad, amor, bondad o conciencia, son recuperadas en tus canciones. ¿Qué me puedes decir de esto?

No me gusta el cinismo. Todo se puede poner en tela de juicio pero pienso que después hay que mojarse y apostar por algo. Yo apuesto por la buena voluntad, como tú dices. Para mí significa voluntad de crear, aunque primero haya que destruir, cosa que también hago. Si te fijas estas "palabrotas": amor, libertad, conciencia, etc. aparecen en el disco como estados anhelados, son parte de una búsqueda podríamos llamar mística, no trato de dar ningún ejemplo.
Esta voluntad creativa también la entiendo como algo contrario a voluntad de poder, porque afronto estas cuestiones desde una visión libertaria. Joseph Beuys ha sido una gran fuente de inspiración para mí, ya sabes, "La creatividad es la ciencia de la libertad". Después de todo conflicto prefiero una actitud creativa. Si no, apaga y vámonos.

Hace más de 40 años Silvio Rodríguez, en Canción en harapos, levantaba el acta de defunción del arte burgués con pretensiones políticas, ¿estás de acuerdo con este diagnóstico? ¿Puede tener una canción una función política?

Creo que una de las funciones del arte es la función política. Aparte de ser músico he estudiado teatro. Estoy de acuerdo con Richard Schechner, el primero en usar el término "performance" tal y como lo entendemos hoy. Para él el teatro tiene varias funciones: educativa, terapéutica, política, entretenimiento, ritual, cohesión de grupos... Se pueden extrapolar estas funciones a todas las artes escénicas, incluida la música. El problema viene cuando sólo se otorga preponderancia a una de ellas. Pongamos por ejemplo la función política: el resultado será arte panfletario, cosa que me cansa. También puede ser un problema artístico si te olvidas de alguna de estas funciones, si en tu arte no eres divertido, o no sanas heridas, o no educas... o no eres político. El público echa algo en falta.
Respecto a la canción de Silvio para mí no es un acta de defunción del arte burgués, aunque para él lo sea. Brel se expresó en esos términos muchos años antes "C'est trop facile quand les guerres sontfinies..." (Grand Jacques). Además, ¿arte burgués? Parece un oxímoron. Ni burgués ni obrero ni aristocrático ni nada de eso. El arte es arte o no es, venga de quien venga.

En el disco no se aborda directamente el tema de la crisis económica, aunque está presente de forma de implícita. Ahora vives en Córdoba, donde la situación quizás es más dramática que en otras ciudades españolas, ¿no te has sentido tentado a escribir la gran canción de la crisis?

Las letras de este disco están escritas desde un punto de vista personal, individual, miran de abajo a arriba. Estoy preparando canciones más globales, mirando de arriba a abajo. Eso es lo que hacen los poderosos, mirar hacia abajo, por lo que tengo que tener cuidado de no tratar de imponer ninguna moral. Sólo quiero "echar la foto", luego corresponde al individuo elegir sus actos.

Viendo las imágenes del final de la manifestación de la marcha de la dignidad del 22 de marzo en Madrid, muy impactado por ese nivel de violencia, no he podido evitar pensar en Tu enemigo, el tema que le dedicas al conflicto personal de un policía antidisturbios (se agradece que no hayas caído en el lugar común ni en maniqueísmos baratos).

De nuevo, lo interesante de Tu enemigo es que afronta un tema como el de la policía desde el prisma del individuo, del manifestante, del tío que se mete a antidisturbios. Creo que el tema es más complicado para simplemente decir "Fuck the police" o "Cop Killer". En el 68, en Italia, le dieron una buena tunda a la policía en una ocasión y Pasolini se puso de su lado. Ellos (los polis) eran hijos de obreros. Los manifestantes eran pequeños burgueses. Le llovieron muchas críticas, pero yo entiendo que lo hiciera. Estaba atacando algo más profundo que un uniforme.


Le dedicas un tema a una borrachera de las malas, Rodrigo Rodríguez estás borracho. ¿Cuál es tu relación con las drogas en general y con el alcohol en articular?

Considero al alcohol el principal enemigo del pueblo, lo tengo clarísimo. Todos los pueblos indígenas de este planeta están alcoholizados. Yo, personalmente, aunque no sea abstemio, prefiero elevar la droga a la categoría de medicina. No entiendo un uso de las sustancias meramente lúdico. Lo del alcohol y el tabaco es aparte, ni siquiera puedo decir que sean medicina, por eso no fumo y mido con lupa mi consumo de alcohol.


Aquí, entre tú y yo, ¿cuáles son los temas que más te molan del disco?

Cada uno tiene algo específico que me gusta. "Alquimia" supone un logro por encajar un flow rapero en un compás ternario, es otra métrica. "La fórmula mágica" es épica, quijotesca, y me gusta hacer rap-swing. "¿Que darías a cambio?" es muy imaginativa, surrealista... De todas podría decir algo, no tengo favoritas.





Hablando con Shaker, otro de los Frescos de Altamira (maquetación), coincidimos en que en el disco había dos contrapuntos bien definidos, uno de ellos es la introducción del rollo flamenco, sobre todo en De la mala y la buena leche y el otro la introducción de -glup- mi rollo en  Comer carne. ¿Qué opinas?

Estoy totalmente de acuerdo. Creo que todo arte también debe desconcertar, dar la nota. Lo he hecho con esas dos canciones (Risas).




Río es un disco autoeditado que se vende a un precio bastante asequible. Tu decisión de cubrir gastos antes de liberarlo (antes de subirlo a la red para facilitar la descarga gratuita o meterlo en Spotify y otras plataformas similares), ¿responde a una cuestión meramente económica o hay algo más?

El motivo es económico, haber publicado el CD es fruto de un trabajo como otro cualquiera y no quiero que me cueste el dinero. Con eso me doy por pagado. Aparte de eso veo justo ganar mis honorarios con el directo.

Hablando del directo, ¿cómo lo tienes planteado? He oído por ahí que el 30 de abril presentáis el disco con un concierto en La Nave, en Córdoba.

La banda al completo somos Estiben Jorge Carmona (batería y percusión), Manolo Marcos (saxo y flauta), Juanma Domíngez (bajo y contrabajo), Jose Frías (DJ y programaciones) y un servidor (guitarra y voz). Está sonando muy bien. Según el sitio vamos más o menos miembros. También voy a veces yo solo y rapeo con la guitarra, hay que ser versátil.

¿Con quién te gustaría hacer una colabo?

¿Te digo la verdad? Con Mariano Rajoy, en plan Pimpinela (Risas). Aparte de esto me tomo con calma lo de las colaboraciones, primero es tocar con la gente y luego grabar. Mucha gente lo hace al revés, llaman por teléfono a tal o cual artista que admiran y hacen un tema... Para mí es muy frío. Necesito conocer a la persona. En el siguiente disco aparecerá Huracanma, un artistazo con quien toco a veces.

¿Qué canciones has escuchado más últimamente?

Quizá mi última canción obsesiva fue Touchme I'm going to Sceam part. II, de My Morning Jacket. Hace poco que descubrí el único disco de GoldenSilvers, lo he escuchado mucho. También A Banda Mais Bonita DaCidade. No había escuchado pop moderno y estos dos grupos me han convencido por completo. De rap, estoy abriendo orejas con EmoneSkillz y Cuarto Universo, chilenos... Después estoy profundizando en Bach... Siempre vuelvo a Khachaturian.... Como ves, no estoy a la última (Risas).



¿Libros? ¿Cine? ¿Series? ¿Videojuegos? De qué géneros culturales te alimentas con más fruición.

Series y videojuegos no, por favor. Ya paso más tiempo delante de una pantalla del que quisiera. Son como la tele, medios analgésicos, no catárticos. Hace poco me he enganchado a los comics: Maus, Persépolis, El Corazón Coronado, La Comunidad... Estoy flipando. No soy mucho de novela, a veces me leo un clásico. Creo que el último contemporáneo que leí fue Coetzee. Siempre tengo a mi alrededor libros "teóricos"... Filosofía, religión, ensayo... En donde vivo hay una interesante biblioteca relacionada con movimientos sociales y medios rurales. ¿Cine? Mi película favorita es Ran de Kurosawa. La última que me encantó fue Al otro lado, de Fatih Akin.

¿Cómo está siendo la respuesta de la gente en el mes que lleva el disco en la calle?

Los músicos especializados me han dado muy buenas críticas. Me han dicho que es algo nuevo. Noto que le gusta a la gente más melómana y a los que les importan la letras que escuchan. A los raperos que conozco les ha encantado pero no sé cómo lo recibirán los raperos mas dogmáticos. Tengo claro que no es un disco comercial, no es "easy listening" aunque se pueda bailar.


Para terminar, si tienes en mente algo de lo que te gustaría hablar...
Ya que me preguntas de qué quiero hablar te propongo una cosa, será una condición que ponga a mis entrevistadores a partir de esta primera entrevista. La condición es la siguiente: En esta entrevista yo te hago una pregunta a ti. ¿Aceptas?

Claro

Muten: ¿Qué motivos te llevan a hacer esta entrevista? Dicho de otro modo, ¿qué te resulta interesante de este proyecto musical?

Oche: Como a ti, desde adolescente me interesó el mundo del hip-hop. Pero llegó un momento en el que el rollito ego-trip y esquizofrénico (de lo más hardcore a lo más cursi en dos estrofas) me cansó. Me gusta la poesía y el spoken word. Estoy enganchado a las formas de expresión lingüística, y la estructura propia del rap da mucho juego en ese sentido. Llevo años buscando raperos que digan cosas interesantes, imaginativas, divertidas, que se respeten a sí mismo como creadores, que compongan canciones que, como dice Saul Williams, en el caso de que tuviera que rapearlas frente a mi familia, o frente a un público que respetase, no me provocaran sonrojo. Haberlos haylos, y tú estás entre esos raperos que merece la pena escuchar. Este disco me ha entusiasmado. Mucho.

 http://www.riomuten.com/

























































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